Depende, algunos, yo, de verdad, un poco. Siempre hay un ojo que te ve. Muchas personas me preguntan cómo este hombre ha logrado mantenerse tanto tiempo en el poder. La respuesta es bien sencilla y lo explico: por la sofisticada maquinaria de terror que implantó en Cuba, y fuera de ella, desde el mismísimo 1 de Enero de 1959. Yo digo, sin temor a equivocarme, que es el más perfecto sistema de represión y autocensura que ha existido en toda la historia de la humanidad, que me demuestren lo contrario.
En los 60s la inmensa mayoría, actuando bajo los efectos de la anestesia “barbuda” gritamos: paredón, nacionalizar, el carácter socialista, patria o muerte y otras histerias mas. Así nos comportamos como cómplices de un tipo que, sin poder o querer darnos cuenta, cubría a la patria con el manto de la sumisión, la obediencia, la autocensura, la ceguera, su politiquería, sus inventos y sus diabluras.
Muy pocos lo vieron venir o irse, los más iluminados fueron rápida y públicamente silenciados: fusilamientos individuales y masivos, sumariales, cárceles multiplicadas, destierro, “camas políticas y de las otras”, descrédito y hasta “nuestro insigne desaparecido nacional”.
En los 70s y los 80s la mayoría fuimos inoculados hasta el tuétano con tal desgracia y éramos, sin conciencia, portadores de la más pesada carga letal que puede sobrellevar un cristiano. Esto él lo sabía y nos utilizó como a corderos, nos movió de aquí para allá impulsándonos a gritar cuanta bazofia se le antojaba: pim pom fuera…, de que van van, el que no salte es yanqui, Angela David, que se vaya la escoria y muchas aberraciones más.
Aun en medio de tanta maquiavélica perfección para vigilar, amedrentar, someter y castigar, fuimos despertando de poquito y a borbotones. Agobiados por tan “pesada carga” hemos manifestado nuestra inconformidad y hemos cometido, y lo seguimos haciendo, los mayores actos de valentía en la historia de la humanidad al enfrentarnos, por las más disímiles vías, a tan perfecta máquina de silenciar y de matar.
Que quede claro que los cubanos no tienen miedo. Los cubanos somos buenos y nobles, somos un pueblo tranquilo, amigo de los amigos, de buenos y grandes jodedores, de personas sencillas, con históricos genitales masculinos y femeninos, de gente dispuesta y gallarda, sólo que adormecida.
Porque hay que tener valor, pero mucho valor, en medio de tan feroz represión, para hablar en voz alta, para escribir, para cantar, para pintar, para lanzarse al mar sin las más mínimas condiciones para la navegación, cruzar selvas desconocidas, separarse de la familia pidiendo asilo en cualquier parte o para tirarse a la calle a protestar, a gritar la desesperación y a inmolarse, día tras día, por ellos y otros que no lo hacemos.
No, que nadie se engañe, los cubanos ya estamos perdiendo el miedo.
No acabo de ver cambios desde dentro, los que se hacen llamar la oposición al régimen dan pena. Y los otros acaban viajando el mundo para hablar mal hasta de la cubanía, en fin que esto es una vergüenza, un análisis parcial de los negativo en los artículos como este de vivencias personales y nada más. Pero bueno, para no pecar también de negativista por algo se empieza.
No basta con no tener miedo como dice Ud. Hay q convertir eso en acciones concreta de alto impacto y al menor riesgo posible
HUELGA DE BRAZOS CAÍDOS Y NO ASISTENCIA A CONVOCATORIAS DEL GOBIERNO ( los de adentro)
VIAJAR A CUBA A HACER PROSELITISMO DEMOCRÁTICO Y PROTESTAR SISTEMÁTICAMENTE ANTE SEDES DIPLOMÁTICAS (los que estamos afuera)
APOYEMOS A LOS QUE VAN SALIENDO DE CUBA
Hagamos esto organizadamente y veremos q tiempo dura la dictadura
Los Cubanos no tienen Miedo, porque hasta para salir Legalmente, ponemos en PELIGRO a Nuestra Persona y a toda nuestra Familia, pero Los mas VALIENTES son aquellos que por una u otra Razon se Tiran al Mar en Balzas o en Objetos creados Sin Ninguna Garantia de Protejer sus Vidas, que Prefieren Ser devorados por Los Tiburones antes de seguir viviendo tan HORRIBLE ODISEA, con tal de Alcanzar La LIBERTAD!
Muy bueno tu articulo, me remontò de un salto a aquella etapa inicial en que debimos ser niños, y digo debimos porque desde nacer nos convertian en cadetes d academia.
Yo era un poco intranquilo desde pequeño, (pecado capital en un règimen inmòvil y rìgido q pretrndia q fuèsemos tan inmoviles y tan rìgidos como èl)
Fue una etapa en que todo lo querìamos saber y nada nos querian explicar, habia q aceptarlo todo cual «lo orientaban» del mas allà, de las nubes, del olimpo, q se yo de donde venian las instrucciones a las q todos, obedientemente y sin cuestionar aceptaban.
Habia una especie de Dios q decian q era bueno pero, (cosa rara) pronunciar su nombre inspiraba una extraña mezcla entre pànico y amor. Es q en realidad esa especie de Dios q desafiaba al mismo firmamento, todos le veneraban, de modo q no debia ser malo aunque le temieran.
Yo era un niño con problemas, definitivamente tenia grandes problemas porque entre tanta consigna, himnos y marchas, yo preferia jugar, cantar, conversar con otros niños, reìrme y soñar con ser algun dia medico, maestro o cosmonauta. Que jodìdo estuve siempre, solo a ki se me ocurrìa soñar!
Recuerdo a otros personages celebres de aquella «infancia», eran los nuevos cadetes de cuarteles convertidos en escuelas, vestian de carmelita y no escondian su desmedido morbo por abofetearnos frente a todos, o hacer q otros mas grandes y corpulentos, apalearan hasta la fatiga a los mas niños mas endebles y enfermizos, si, aqueloos bultos, Makaremkos les llamaron.
Despues vino la otra etapa, la de la autocritica, recuerdan la autocritica? Aquel experimento en q tenias q delatarte a ti mismo? Que sòrdido!! Como no iban a proliferar los chivatos!!?? Si nos convirtieron en los peores enemigos de nosotros mismos!?
Nos desmoralizaron! Un pueblo desmoralizado, es peor q un pueblo esclavo! Porque el esclavo sueña algun dia con largarse al konte y ser libre, un pueblo desmoralizado ni siquiera sueña, porque tiene miedo hasta de soñar y q el otro yo, el vigilante, le delate!!
todo estuvo siempre bien pensado, calculado, organizado, nadie podia escaparse de tan maquiavelico sistema de control, imposible, ningun pueblo ha sufrido tanta humillacion en toda la historia de la humanidad.