Resulta impresionantemente aterrador cómo los castro-comunistas, ideología que ellos adoptaron sin que nadie los obligara, que asumieron por puro gusto y vocación a las mariconadas sociales, ahora tratan de justificar los vendavales de la miseria y el hambre, a los que han sometido a los pueblos, y especialmente al cubano, diciendo que no, que el comunismo es un sueño por realizar, que hasta ahora es una utopía, que “aún no existe en ningún sistema socio político en el mundo” y que esto que vemos en Cuba, es decir, la destrucción física y espiritual de una nación y su pueblo, el raquitismo alimentario, la represión ideológica, un Estado policial, “no te bañes en el Malecón…”, la gran estafa, la indigencia, el adoctrinamiento y la mala educación, son obra del socialismo, que lo mejor está por llegar pues ellos trabajan arduamente para terminar de “construir” ese socialismo y así, después, pero muy después, implantar el comunismo como una sociedad sin clases sociales, donde los medios de producción sean de propiedad común y bla, bla, bla…
¡Dios mío perdóname si he pecado o si lo voy a hacer…!
Pero puras estupideces, puras pajas mentales, pura burla “científica” y babosa a los seres cubanos con argumentos y promesas que no existen ni en la mesa muy bien servida de mariela castro ni en las despensas vacías de cualquiera de los millones de cubanos de infantería que sufren sobre sus espaldas el famoso paraíso prometido por fidel castro, el 1 de Enero de 1959, cuando nos hizo creer, a casi todo un pueblo, que él y su revolución del picadillo tenían la varita mágica pa’ llenarnos la barriga, pa’ construir mi casa alegre y bonita, para llevar salud para todos, para darnos una educación gratuita y para que tuviéramos el país más desarrollado del mundo donde todos seríamos iguales, tendríamos los mismos derechos y no nos pondríamos calzoncillos sin elásticos y las medias desbembadas.
Dice mi amiga la cínica que si lo “bueno” está por llegar en Cuba, cuando terminen de ponerle el último ladrillito a esa mierda de socialismo, y que por fin logren ondear las banderas del cacareado comunismo, ella no quiere estar presente, pa’tras ni pa’ coger impulso, que si ahora hay hambre y necesidades lo de luego va a ser un canibalismo socialmente mórbido pues está demostrado, absolutamente demostrado, que no todos los seres humanos somos iguales y que la propiedad privada es el motor económico que impulsa el desarrollo de cualquier sociedad.
Pero, lo cierto, es que esa utópica sociedad de todos tenemos nunca va a llegar, no existe, no procede y solo forma pare de las muchas mentiras que fabrican los dictadores del proletariado para crear falsas expectativas, para ilusionar, para esperanzar, para dormir en los terraplenes a sus proletarios de todos los países uníos y para prolongar la agonía en que viven los pobres de la tierra mientras ellos se dan la gran vida, los más capitalistas placeres y se jartan de churros rellenos con la tristeza de los pueblos.
Porque: ¿Alguien todavía se traga ese cuento de que en Cuba están construyendo el socialismo?
¿Algún despistado social se cree que los castro o su pandilla van a repartir sus cuantiosas fortunas con el resto de los seres cubanos?
¿Alguien cree que mariela castro, por solo citar un ejemplo, va a dejar su modo de vida “comunista” para vivir como el resto del pueblo cubano?
Y es cierto, el comunismo no ha existido, ni existe ni existirá en ningún país ni en ninguna sociedad porque es veneno, es una epidemia tóxica, es la zanahoria que cuelga de un hilito para que los mentecatos, los descerebrados y los tontos utilizables se despatarren detrás de la falsa promesa de que un mundo mejor es posible si lo construimos con un martillo, una hoz y las guatacas que les “nacionalicemos” a los campesinos.
Pero, bien, a quienes dicen que yo odio a los comunistas, que las diferencias entre el capitalismo y el socialismo bla, bla, bla, que no sé un carajo de lo que estoy hablando y que repito lo que escucho en mi entorno, solo les digo que es cierto, que es verdad, pero, también les diré que la ideología que adoptó fidel castro para su partido político, como la fuerza rectora de la sociedad cubana, incluso por encima de la “nueva” constitución por la que muchos cubanos votaron, es la comunista, o alguien puede negar que Cuba es hoy un país explotado, exprimido y sofocado por un partido único llamado partido comunista de Cuba.
Ricardo Santiago.