Una dictadura-dura que se menea-nea entre el absurdo-surdo y el ridículo-c…

Una vez más la dictadura castrista evidencia que no cree ni en la madre que la parió, es decir, en la matrona de Birán que, por estos días, debe andar taponeando los huecos del infierno pa’ que no entre ese invento de constitución “socialista” de tin marín y por la “traición” de quienes dio de comer de su propia mano y que hoy se están cagando, literalmente hablando, y perdónenme la expresión, en todo el “legado” que supuestamente les dejó, con tanto “esfuerzo y sacrificio”, a las nuevas generaciones de cubanos pa’ que esa revolución y él, sobre todo él, fueran eternos en el tiempo, en el espacio y en la montaña rusa del “Coniaisland”.
Y es que esa fue otra de las grandes babosadas de fidel castro. Ese tipejo fue tan prepotente, tan acaparador, tan gandío y tan rascabuchador de los pueblos que siempre creyó que el criminal sistema que había adoptado para Cuba, los cubanos y para cuanto país pudiera hincarle el diente, sería inmortal, imperecedero, amado e idolatrado porque según él, el comunismo es “la sociedad más perfecta que ha existido jamás” pues, tomándose como ejemplo, lo convirtió en un hombre muy rico, con una fortuna personal de más de mil millones de dólares, sin gastar mucha energía y sin tener que doblar el lomo como lo hacen los hombres de verdad para alimentar a sus familias.
Y pasó que en menos de dos años de que sus herederas arpías, comandadas por su hermano, el pequeño general gran hijo de yegua, le tiraran un cambolo encima pa’ llevárselo completo, se están defecando en todos sus “pensamientos y frases célebres”, es decir, en los malos pensamientos, en las malas palabras fidelistas y están reconociendo públicamente que el comunismo es una reverendísima porquería, que ese arrastre maldito, ese estigma miserable y esa abominación irrealizable no les va a permitir continuar robando tranquilos a la nación cubana pues el mundo, los pueblos y hasta los propios partidarios de ese régimen se han convencido de que constituye una verdadera salación y que ya, en este Siglo XXI, nadie cree en esa mierda.
¡Qué clase de papelazo fidel castro! ¡No has logrado ni perdón, ni absolución, ni paz para tu podrido espíritu!
A mí, en lo personal, todo esto lo que me causa es mucha risa, tanto nadar pa’ morir en la orilla.
Pero bien, yo digo que los cubanos, todos, estamos viviendo momentos cruciales para salvar la nación o seguir perpetuando un sistema que, como los “buenos” embusteros, va deslizándose por el lodazal de mentiras, trampas y subterfugios leguleyos que se inventa, y que lo ha hecho durante estos últimos 60 años, para mantenerse en el poder soltando un poquito por aquí, levantando las manos por unanimidad por allá y pidiendo fiado en todas partes porque no ha sido capaz de producir una estaca, una simple estaquita, pa’ amarrar la chiva.
Tenemos que tener los ojos bien abiertos, la dictadura castrista no hace nada sin premeditación y alevosía, podrán inventarse todas las constituciones que les salgan de las entrañas, autorizar esto o aquello, permitir el matrimonio de Juan sin nada, digo, con Pedro, decirle a la Gallega que el congelador donde “fabrica” sus durofríos ahora es propiedad privada, menos el rojo aseptil que es un recurso básico del estado socialista, y “flexibilizar” la esclavitud de los cubanos a un poquito de menos cepo y de menos látigo “pero sin pasarse de la raya compañeros” porque el estado sigue siendo el único dueño de la sociedad y controla los poderes judiciales, la palangana pa’ tirarle flores a camilo, las fuerzas represivas, el poder político, el arroz, las croquetas de claria, el huevo en polvo y hasta las ganas de vivir de los cubanos.
Yo digo que esa exageración de “colorete” que le están tirando a la dictadura en la “jeta” es solo para hacerla parecer más “democrática”, junto al recién nombrado, no elegido, presidente del tibor de raulina, pero que al final no es más que puro teatro, y del malo, y tiene que ver con que el general está a punto de caramelo, perdón, de ñampiti, la improductividad y el desastre económico del país rayan en el absurdo, el descontento popular es indetenible, la leche de la niña se me cortó por falta de electricidad, nadie quiere invertir un centavo en esa tierra árida y estéril, ni los propios castristas soportan el hambre que están pasando y el comunismo en Cuba no es más que una mala palabra así que: “La podemos borrar hasta de los centros espirituales, con perdón del difunto, pa’ que nuestra churrosa revolución parezca más fina y educada”.
Ricardo Santiago.