Hay algunas personas muy molestas conmigo, histéricas, bravísimas, cuchillo en boca prestas a “abordar” y matar, ofendidas y llorosas porque dicen que yo nada mas sé sacarle los trapos sucios a la revolución castro-comunista: “Con tanto que se sacrificó Fidel por nosotros…”.
El que nace pa’ comunista del cielo le caen las consignas, los letreros y las puntillitas.
Desde aquí les huelo la intolerancia, el churre ideológico, la costra castrista, el alma empercudida y la lengua hedionda de tanto comer pancartas con: viva Fidel, te extraño mucho comandante y: “una roleta en el güiro, un puntico en el centro…”.
Dejan sus comentarios soeces y repugnantes al pie de mis publicaciones criticándome con “fervor patriótico” porque según ellos todo lo que hablo sobre Cuba es malo. Definitivamente para estos comunistas la Patria es una mala palabra, no saben defender una idea si no es con ataques personales o palabrotas del segmento mundano y vital.
¡Pon tu tachuelita aquí!
Tratan, se empeñan en educarme en las artes del “comportamiento socialista” y me dicen que los problemas de la Cuba de Fidel no se ventilan públicamente: “Tienes una lengua muy viperina… desgracia’o, eres un hijo de puta y un gusano muy retorcido, no ves que la imagen que das de tu país es muy negativa”.
Además me escriben otros horrores, que no puedo mencionar aquí por respeto a Ustedes, y me ponen “nuevecito”, nuevecito, son como mítines de repudio pero “online”.
Bueno, bueno, bueno: “Los comunistas son como el aguacate, que en la mata se maduran…”.
Entonces yo pregunto: ¿Dónde estaban estos pedagogos y defensores de la Patria cuando Fidel Castro y todo su sequito de “unanimidad”, en televisión estatal, se burlaron pública y groseramente de la “inventiva” de los cubanos para resolver sus necesidades? O acaso me van a decir que este mal nacido lo hizo con “ingenuidad socialista” o ejerciendo la amorosa critica revolucionaria. Hablo de ventiladores puestos a funcionar con cualquier cosa, ollas de presión rescatadas de las “bajas presiones”, planchas adaptadas como hornillas eléctricas, en fin, la lista es interminable, del mismo tamaño que la necesidad y la miseria que ha padecido el pueblo cubano por casi 60 años por culpa de ese maldito gobierno.
Yo, desde mi modesta, inadvertida, desconocida e insignificante existencia, no he sido quien ha llenado a Cuba y hecho padecer a su pueblo de calamidades, necesidades, carencias, ausencias, hambre, dolor, sufrimiento, calor, frio, humedad, moho, fosas sépticas reventadas, goteras, derrumbes, colas interminables y desesperanza, perdónenme “queridos” comunistas y simpatizantes pero no, no fui yo, fue Fidel Castro, ese que está ahí metido a la fuerza dentro del cambolo sideral de Santa Ifigenia, a ese y a su hermano son a quienes tienen que pedirles cuentas por burlarse continuadamente de todos nosotros, incluyéndolos a ustedes, por más de medio siglo.
Yo simplemente cuento lo que viví en Cuba, es cierto que a veces exagero un poquito o se me va la mano con esto o aquello, pero créanme que todo es creíble, los horrores, consecuencias del castrismo en Cuba, superan mis escritos por mucho, muchísimo…, mis anécdotas en realidad son nada comparadas a lo que tienen que vivir la mayoría de los cubanos.
En ocasiones, cuando tengo duda en algún tema, o no me acuerdo con exactitud de algo importante, llamo a mi amiga la cínica que es mi mejor fuente de información, a esa sí tienen que tenerle miedo. Pero no se asusten, a ella no le gusta escribir.
Nunca esperen de mí que cuente o hable bien de ese sistema de mierda, que parlotee sobre los “logros” de la dictadura castro-comunista, de sus tiranos y “papaloteros” sin frenillos, que justifique esto o aquello culpando a terceros (embargo económico) cuando el único que recontrajodió la vida y la existencia de Cuba y los cubanos se llama Fidel Castro, no me jodan más con la misma cantaleta…
Cuanto te entiendo, hermano, pero paciencia, ya les va quedando menos.
Asi mismo, ni ellos mismos saben lo cerca que tienen el fin de esa inmundicia