El que inventó el sistema electoral cubano se quedó medio trastornado. Yo digo que de tanto pensar y tanto calcular cómo mantener eternamente a este hombre en el poder, a nuestro genio de “las votaciones” se le tiene que haber salido medio cerebro por los ojos o por otro lugar.
Pero al final le dio resultado, es incuestionable la magnificencia de esta burla a la democracia y a la inteligencia de los pueblos, esto nadie puede ponerlo en duda porque la prueba está ahí, rígida y palpable como una palma real, pues el quítate tú para ponerme yo de otras regiones del mundo aquí fue acallado por un rotundo me quito yo y te pongo a ti, sin derecho a protestar, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese.
Desde la base este proceso nace torcido porque usted solo tiene la opción de elegir a elementos comunes con el régimen, nunca una voz discordante y mucho menos crítica, solo gente bien pelada, afeitada y cuando más un bigotico, si usan camisa a cuadro mejor, esos que son portadores de las verdades de la Revolución y quienes único podrán solucionar los problemas de las masas por su estirpe, bla, bla, bla….
Después estos elegidos son los encargados de promover a “los mejores” para el siguiente nivel, “los mejores” de “los mejores” a su vez son lanzados hacia la grandeza donde sólo queda cernir entre tanta pulcritud para ver si es posible escoger al grupo de ángeles que nos representará en el gran parlamento celestial.
¿Complicado verdad? Pues así mismo es, nos timaron con este invento y esta payasada de democracia socialista, nos engatusaron con el cuento de que en cada barrio habría un diputado presto a resolver nuestros problemas y en el Palacio un grupo de excelsos revolucionarios siempre dispuestos con la mano en alto, unánimemente, a aprobar cada designio y cada genialidad de nuestro flamante presidente “electo democráticamente”.
Por eso hoy observo complacido a mis paisanos del destierro polemizar como buenos cubanos sobre este o aquel candidato a la presidencia de otro país, algunos con más razón que otros y otros con más fervor que ninguno, porque, eso sí, estamos tan necesitados por escoger una idea diferente, por probar otras soluciones que la simple posibilidad de opinar ya nos parece maravillosa. Solo una observación: gritemos bajito y sin ofendernos, por favor.
Vivi en Venezuela,vivo agora em brasil y en mas de 8 años fuera de cuba,no he conseguido que ninguno de mis amigos de estos paises entienda el sistema de eleccion, y el porque de los castros tanto tiempo en el poder. Super artículo.Saludos
gracias, nadie puede entender tal engendro electoral, es maquiavelico.