fidel castro habla desde el infierno y los castristas corren a “comer” moringa.



Eso era de esperar, al muerto oscuro tienen que resucitarlo a la cañona porque ya nadie cree que la culpa del hambre, la improductividad, el desabastecimiento y la vagancia la tiene el embargo económico contra Cuba, están metiendo mano a las viejas fórmulas del disparate para reciclar las mismas mentiras con que una vez “conquistaron” nuestros corazones y así convencer, a las nuevas generaciones de hombres viejos, muy viejos, más que viejos, de que ahora sí los cubanos podrán comerse un bistec de res, muchos panes con mantequilla, una jarra con café con leche y un “sanguisi” de este tamaño.
El castrismo, es decir, los amantísimos continuadores del baboseo rectilíneo uniforme, del riquimbili sin timón, de la sudoración guagüera, del pollo por peces muertos y de la gandinga socialista han creado, establecido, fabricado, gestado y expulsado un Instituto para rescatar los “proyectos científicos” del comandante en jefe, del muy recordado ídolo de los potreros sin vacunos y del hombre que fue faro estomacal, redundancia intestinal y lo otro “al” de la mayoría del pueblo cubano.
Bueno, visto así, cualquiera que no sea cubano podrá hacerse la idea de que el Carboncillo de Birán era un tipo muy “ducho” y que de tanta “ducho” que se dio…, na’ un chiste…, pues que el sujeto era la mar de inteligente y que tenía tantas ocurrencias que la vida no le alcanzó para ponerlas en práctica y que si los países africanos tuvieran un “presidente” como ese hace tiempo se habría acabado el hambre en el África negra.
Vergüenza ajena, cada vez que a esos imbéciles se les ocurre una “idea” es para enfangar más y más la realidad que vive el pueblo de Cuba, para pisotear la esperanza que tienen puesta muchos en el futuro esperando a que el ciclo natural de la vida se apodere de esa pandilla de viejos asesinos y decrépitos y se los lleve de paseo, por el trillo de los sinvergüenzas, directico a las calderas del infierno.
…fidel castro habla desde el más allá y los castristas corren a “comer” moringa, a atragantarse, a defecarla en granos, en gotas, en elixires para la eterna conciencia revolucionaria y demostrarle al fantasma que recorre el mundo que “aquí estamos presentes comandante” pa’ masticar, pa’ tragar y pa’ no cagarnos en su madre.
Yo siempre he creído que el castrismo tiene a tres o cuatro hijos de puta encerrados en una oficina dedicados a producir absurdos. Es tan grande y tan disparatada la imagen de esa dictadura en el mundo, como sinónimo de ineficacia, que compiten entre ellos mismos para ver si es posible superar el listón de la bobería, de la mentecatez, de la idiotez, del fracaso y de la tozudez que les dejó el ídolo de multitudes, el reguetonero más grande de la revolución.
Otros, cubanos y otros que no lo son, caerán en esta nueva trampa de la dictadura castro-moringuera siempre en 26, se irán con la de trapo afirmando que a Carboncillo solo le faltó comprensión y “tiempo” y que si no hubiera sido por los americanos Cuba y los cubanos nadarían hoy en Coca-Cola, perdón, en Cachito como el país más desarrollado del mundo.
Lo que nadie quiere entender, y es porque en realidad no quieren, es que fidel castro fue en sí mismo la antítesis del desarrollo económico en cualquiera de sus fases, fue el perfecto idiota que se creyó el centro del mundo y el único capaz de pensar y generar ideas porque, claro, el tipo se dio cuenta que había bajado de su madriguera en la Sierra Maestra rodeado de una pandilla de incapaces anormales o anormales incapaces.
Al final de esta interminable historia de disparates y fracasos, que ya va a cumplir 60 años, otra estruendosa cochinada como lo es la creación de una institución para reverenciar la “genialidad” del genio de la botellita de huesoetigre, no es más que otra maquiavélica burla al pueblo cubano, no importa qué cojones emane de esa pocilga alcahuetera, de ese recinto amurallado con la desgracia, de ese castillo erigido sobre la insensatez y el despilfarro porque en la práctica cada uno de los “consuelos” que querrán poner en funcionamiento se llevará la estrepitosa trompetilla de lo ridículo, lo absurdo y lo irrentable.
Es muy sencillo, lo primero es que salgan de Cuba todos los castristas a llorar y a adorar a la bestia cómo y dónde les dé la gana, lo segundo una real democracia para gobernar y lo tercero liberar la economía cubana de tantos planes quinquenales, tantos ministros de economía y tanta mierda.
Entonces Cuba y los cubanos iremos por el camino correcto.
Ricardo Santiago.



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