Dicen las malas lenguas, las que nunca se equivocan, las que siempre tienen la razón, que este fulano es tremendo acomplejado, un tronco de hijo de puta, un amargado inescrupuloso y que siente tanta vergüenza de su calvicie que la camufla con “ideales revolucionarios”, con sombreros de setecientos dólares americanos y que cierta vez hasta le hizo tremenda “cama” a un funcionario del Comité Central del Partido Comunista porque este le dijo en son de broma: “…brilla la Luna, brilla el Sol, brilla la calva de este señor…”. A mí no me crean…
Pero bien, en la vida real este es un tipo sin casco y con mala idea, un Fouché traicionero y calculador que siempre estuvo a la sombra del actual tirano de Cuba Raúl Castro, es decir, segundón de segundones, de ahí su rabia contenida, su maldad alabastrada, su secretico, secretico es mala educación y su sumisión incondicional al hombre que, por nepotismo tropical, aprieta hoy, hasta la asfixia, las “amarras” del pueblo cubano.
A mí siempre que lo veo me recuerda al Goebbels de los nazis hitlerianos con uniforme y todo, moviéndose en las sombras cual culebra de los hechizos y repartiendo a diestra y siniestra “ideas para fortalecer la revolución y al partido” como si fuera una gracia que tiene que reír todo el mundo. Las serpientes se atragantan de espanto y este personaje, monstruoso en su maldad, siempre que sale en público tiene cara de tipo asustadizo, escurridizo, amedrentado, sicótico, pordiosero mental y, según quienes saben más que yo de esto, es ahí donde radica su alevosía y el tremendo daño que ha causado y causa al pueblo de Cuba.
Su visión unidireccional, “reptilínea” uniforme no conoce “dobleces”. Según su filosofía personal el comunismo es a la revolución lo que representa un gallo para un gallinero: Todo lo que se menee es mío y me lo “como” porque me da la gana. No dejando opciones para que existan otras formas de pensamiento, partidos políticos, agrupaciones o tendencias si total: “Con el Partido Comunista de Cuba los cubanos van sobrados y son muy felices…”.
En la vida real ninguno de estos ideólogos de la revolución y el comunismo cubanos ha generado una idea que valga dos centavos. En los casi 60 años que llevan “pensando” cómo hacer que el comunismo rinda dividendos para todos por igual, sólo han logrado que esta eximia ideología reparta las riquezas para un pequeño grupo de sus “estrategas” entre los cuales está incluido este Machado Ventura, por supuesto, y para el resto, es decir, la inmensa mayoría de los cubanos, mucha hambre, desesperanza y tristeza.
Y pregunto: ¿Qué pinta realmente este fantoche en la primera línea de dirección de la dictadura castrista? ¿Qué le ha resuelto este “libre-pensador” comunista al pueblo de Cuba? ¿Cuáles han sido los aportes reales de este fulano al plato sobre la mesa de los cubanos?
Mucha nalga ha olido este infeliz para llevar guayaberas de hilo y accesorios todos de fabricación capitalista, para lucir rozagante, saludable y “vivo” al lado del dictador achinado y que este lo nombre su segundo secretario en la tenebrosa y repugnante organización de los castro-comunistas.
Para nadie es un secreto que quien verdaderamente gobierna en Cuba es el Partido Comunista y por ende su primer secretario, en este caso Raúl Castro, la presidencia del país es puro cargo de postalitas, de ahí que el chino que cayó en un pozo anunciara tan frescamente que dejaría el puesto de presidente en el 2018 y que le da igual a quien “elijan” siempre y cuando lleve su mismo apellido, vivir pa’ ver…
Dice mi amiga la cínica que a lo mejor cuando el tres greñas este lea el articulo mañana le da un infarto porque, según una vez oyó decir, este malnacido soporta cualquier cosa menos que le digan: “la gran bola de billar de la revolución”.
La ausencia de cabellos es un don varonil, se asume y se lleva con dignidad y confianza, pero la falta de vergüenza, de decoro y el oportunismo ideológico de estos sujetos no hay manera de enmascararlos ni aunque se pongan extensiones, bisoñés o la peluca de Juana Bacallao.