El pueblo venezolano está desprestigiando el socialismo del Siglo XXI.





Se jodió el chavismo, one, two, three cojan puerta malditos sinvergüenzas que esto, para ustedes, ya se acabó. Sientan un mínimo de respeto en esas caras infladas, regordetas, “descaradas”, partía de huele peos de los Castros, oportunistas, ladrones, títeres de pacotilla, croqueteros internacionales, asesinos, recojan los matules y tumbando pa’ casa del carajo que Venezuela no los quiere más.
Fidel Castro sí fue un tipo “internacionalista” de verdad. No tengo la menor duda. Desde el principio de su traicionera revolución sintió picazón cuando entendió que Cuba le quedaba chiquita para la grandeza que según él tenían sus “ideales”, que: “estos cubanos son fáciles de adoctrinar” y que en realidad, cantado y mecido por sus eunucos revolucionarios: “Usted merece algo mejor que esta simple isla, porque Usted mi comandante es lo más grande y lo más divino que se ha inventa’o en esta orilla de mierda”.
Así como les cuento, como según la historiografía y sus biógrafos de pan con salsa se han encargado de difundir diciendo que, entre muchísimas frases babosas, repugnantes y mentirosas, que el tipo era mucho para un sólo corazón.
Fidel Castro no se conformó con destruir a Cuba, quiso hacerlo también con África donde realizó varios intentos de meter a cañonazos su socialismo maldito y destructor pero sin ningún resultado obvio, los tiros le salieron por el “ano” porque los africanos estaban para otra cosa.
Hasta que encontró el perfecto caldo de cultivo en algunos “líderes” latinoamericanos y: “A correr que llegó la leche en polvo pero primero los plan jaba”.
Los Castros vendieron internacionalmente una imagen bien diseñada de altruismo y solidaridad, campañas propagandísticas que pagamos nosotros los cubanos con nuestro esfuerzo, sacrificio, padecimientos e incluso con nuestras vidas aun cuando no estuviéramos de acuerdo o ni siquiera nos diéramos cuenta de qué iba la cosa en realidad.
A los de acá, a los populistas del continente, no les importaba un carajo “que si socialismo que si comunismo que si fidelismo”, lo que buscaban estos “comandantes del pueblo” era afianzarse en el poder a como diera lugar y: “Vengan dólares pa’ mi bolsillo, que si a Castro le funcionó a nosotros también”.
Entonces vinieron los pactos, las alianzas, las protestas contra Estados Unidos, la “unidad latinoamericana” y el petróleo venezolano corriendo como río sobre el continente, perdón, sobre los “obedientes” del continente y desangrando la economía de ese querido pueblo como la gran cogioca desvergonzada que es el socialismo del Siglo XXI.
Uno primero y otro después, me refiero al baboso de Aló Presidente y al cuadrúpedo que está ahora, cual de los dos más dependiente de su “padrino cubano”, más sumiso y más entreguista a la barbarie y a la ambición de la “pandilla castrista”, han armado la desagradable en esta parte del mundo y han robado a las dos manos en nombre de un no sé qué llamado ALBA que no se lo cree ni la madre que los parió.
El problema es que el horno se está recalentando, mejor dicho, está al rojo vivo, yo aconsejo no meter más pan porque se achicharra, los pueblos han comprendido que todo eso son inventos y artimañas para “legalizar” la perpetuidad en el poder, para tener licencia para robar y para enriquecerse como potentados de la tierra, el aire y el mar en que se han convertido estos comunistas-croqueteros-cachú.
Los pueblos nunca entenderemos cómo es posible que estos tiranuelos lleguen pobres a la presidencia de sus países y se vuelvan ricos, muy ricos, gordos, muy gordos y que además nos pidan eternamente que los apoyemos cuando lo único que nos ofrecen es miseria, frustración, exilio, degradación moral y tristeza, mucha tristeza a nuestra alma latinoamericana.
La vida es un ciclo, también el hambre y la desilusión, tiene que ser así porque sino el ser humano pierde toda su capacidad de vivir y se vuelve salvaje, animal y oscuro.
Los Castro y sus imitadores del Sur hoy están temblando, la caña se les está poniendo a tres trozos, los pueblos están reaccionando a tanta humillación y están diciendo basta, si quieren seguir con sus desmanes váyanse para Cuba, allá con sus abuelitos sanguinarios, pero, cuidado, cuidadito, ojo, atención, que los cubanos también vamos a despertar y entonces, en el corre-corre que van a armar, cuando todos quiera salir por el mismo lugar, se cogerán el culo con la puerta, como el único destino que tendrán estos tiranuelos y sus cómplices ensangrentados.
El heroico pueblo venezolano se está encargando de eso…
Ricardo Santiago.




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