Recientemente un amigo me envió un material gráfico, publicado inicialmente en CiberCuba Noticias, donde un “nutrido” y aguerrido grupo de cubanos croqueteros castristas defienden a su revolución, a su dictadura y al General de la pamela gritando descaradamente y a todo pulmón: ¡Abajo los derechos humanos y que viva Fidel!
Increíble pero cierto.
Si esto no fuera algo muy serio yo diría que se trata de un nuevo coro “comparsero” para celebrar el 26 de Julio.
Pero bien, este video, realmente contestatario contra la lógica humana, la dignidad, la vergüenza de los hombres y todo lo alcanzado en materia de derechos humanos en el mundo, debía explotar en las redes sociales, en las cadenas de televisión, en las emisoras de radio y donde quiera que pueda escucharse para que las personas entiendan, de una buena vez, de qué está hecha la dictadura cubana y por qué es tan difícil, extremadamente difícil, erradicarla.
Es que quienes nos enfrentamos a estos energúmenos lo hacemos aplicando un pensamiento inteligente, coherente y lógico. En la práctica este ha sido nuestro fracaso.
La revolución fidelista-leninista de la familia Castro es tan ilógica, tan falsa, tan incoherente y tan diarreicamente insoportable que sólo se le puede derrotar mediante la ilógica, el absurdo y la “cromañonería”, no queda otra.
La coherencia se desarma irremediable frente a los disparates, las triquiñuelas mentales, los lapsos estomacales, la idiotez política, el pan con pasta ideológico, los huevos por la libreta y el “yo soy Fidel” de los tracatanes, mentecatos y aspirantes a la jabita revolucionaria que, en la vida real, son quienes sostienen con su mediocridad a esa cruel dictadura.
Las “computadoras” del mundo entero se desarman cuando tratan de aplicar una lógica inteligente a la vulgaridad del castrismo, de ahí que estos sujetos lleven tanto tiempo manipulando, chantajeando, gozando la papeleta política, despotricando, sembrando el odio, destruyendo países y haciendo de las suyas, a trocha y mocha, sin que nadie los pueda detener.
Un pequeño, altruista y gratuito consejo para quienes quieren ser la Tropicola de Birán, el Micocilen Oriental, la salación de Punto Cero, el cocodrilo sin dientes de 100 y Aldabó o el Fouché caribeño que toma Coca-Cola y no paga lo que debe: Quienes quieren ser Fidel lo único que desean es estar muertos igualito que su difunto y casi olvidado líder.
Pero regresando al tema de los croqueteros gritando ¡Abajo los derechos humanos! Dice mi amiga la cínica que me fije bien en las imágenes para que vea que los tipos están vociferando y a la vez mirando desesperados para el camión de la merienda porque saben que hasta que el acto, el mitin, la chusmeria, la actividad croquetera no termine, los gendarmes de la política dictatorial no les darán el pan con una lasquita de mortadela y el Cachito que les toca por gritar las idioteces menos imaginadas.
Desgraciadamente estas son las personas que apoyan a la dictadura, las que van a desfilar a la Plaza cuando son convocadas por cualquier estupidez, las que gritan violentamente contra los opositores pacíficos o las que culpan a los Estados Unidos de las goteras que tienen en el techo de sus casas y aplauden, como poseídos por espasmos en sus órganos genitales, cada vez que el General gatillo alegre, traicionero y sin historias, les dice: “Apriétense los cinturones que la cosa cada vez está más mala”.
Los derechos humanos, plasmados en “La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos. Elaborada por representantes de todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, la Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948 en su Resolución 217 A (III), como un ideal común para todos los pueblos y naciones. La Declaración establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero y ha sido traducida a más de 500 idiomas.”
La realidad más “real” es que estos gritones de la croquetividad socialista no son 100% responsables de sus estúpidos alaridos, ellos representen una mentalidad que es vertical en la dictadura castrista. Esta mafia, empoderada en Cuba a la fuerza y por traición, siempre ha estado opuesta, desde el mismísimo 1 de Enero de 1959, a todo lo que huela a Derechos Humanos, al respeto a la libertad de los hombres, al pensamiento, a la igualdad, a la razón y a la vida.
Si alguien duda de cuanto digo le invito a que se pare en una esquina céntrica de La Habana, 23 y L, por ejemplo, y se ponga a leer “inocentemente” la Declaración Universal de los Derechos Humanos…
Ricardo Santiago.
Como siempre un maestro de la letra cubana, el mejor pintor del «carnaval cubano». El mejor radiólogo de la así llamada gangrena cubana
El asunto es que los que gritan y apoyan esas declaraciones son croqueteros no es un órgano oficial del regimen ellos se cuidan mucho de hacer ese tipo de declaraciones