La “muerte silenciosa”: El exterminio masivo del pueblo cubano por parte del castrismo.



Hoy quiero referirme a la “muerte silenciosa”, al exterminio masivo, camuflado, solapado, barajado e inadvertido que ocurre en Cuba, todos los días, responsabilidad exclusiva de la dictadura castrista, y que cobra la agonía, la desilusión, la tristeza y la vida a cientos de miles de cubanos y a sus familias.
La muerte silenciosa es una forma criminal, descarada y muy desvergonzada que tiene el castrismo de asesinar metódica, lenta y sistemáticamente a un pueblo entero sin que puedan ser culpados, señalados, juzgados o sentenciados por los cubanos, las democracias mundiales y las organizaciones internacionales encargadas de salvaguardar y defender la vida.
En Cuba, desde el 1 de Enero de 1959, la tasa de fallecimientos ha ido incrementándose progresivamente hasta alcanzar niveles nunca antes vistos, ni aceptados, por la lógica y la decencia humanas. Estas estadísticas son ocultadas por el régimen castro-asesino para mantener “dormido” al pueblo durmiente, mantener viva la leyenda de que con doce hombres se hizo la revolución del picadillo o el slogan “socialetero” de que en el comunismo se vive mejor porque Cuba, entre otras muchas “alegrías”, es una potencia médica mundial comparable a un “sabroso” bocadito de “jamón-nada” igualitico a los que dan cuando se dona sangre para “salvar vidas”.
Pero la realidad, la concreta, la dolorosa práctica como criterio de la verdad, es que los cubanos se están muriendo de y por cualquier cosa, es decir, por situaciones que son absolutamente erradicables y que a la dinastía castrista no les interesa solucionar porque no les afectan directamente sus “cómodas” comodidades, sus “placeres” placenteros, sus enormes fortunas y su rentable negocio de esclavistas-socialistas-seremos-como-el-che, che comandante, che guerrillero, todos los comunistas fueron pioneros.
Las precarias condiciones de vida, la insalubridad, la pésima alimentación, la falta de libertad, el descontento, el hastío, las guardias cederistas, el calor, los mosquitos, la represión, la vulgaridad, los derrumbes, el delegado de la circunscripción, la pudrición, los baches, la corrupción, el trabajo voluntario, las vías públicas en mal estado, el partido comunista, los castro, la masa cárnica, el racionamiento, el socialismo, la constitución castrista, la delincuencia, díaz canel, el marabú, la violencia, los decretos, el desabastecimiento, los sindicatos, la botellita de chispa, la mujer del comité, la falta de desodorante, el transporte público, los precios, la burocracia, el adoctrinamiento y la tristeza, entre otros muchos factores, muchísimos, están cobrando vidas al tutti play y llevando a los cubanos a la tumba sin que muchas veces, o la mayoría de las veces, se entienda cuál es la causa real de tantos muertos en muerte, de tantos muertos en vida y de tanta vida sin vida.
Porque Cuba hoy se ha convertido en un país donde sobrevivir y salvarse es un puro milagro. En Cuba a los cubanos les está prohibido pensar, no estar de acuerdo, disentir e incluso abstenerse del férreo guión que nos ha escrito la tiranía como patrón de conducta y que en su primer párrafo afirma que todo aquel que intente hacerse el gracioso y cambiar aunque sea una letra, una simple letrica de lo que sentenció para la posteridad el comandante en jefe Pompeyo será condenado a muerte, a cualquier tipo de muerte y sin derecho a quejarse porque aquí está prohibido protestar, queridos compañeros, y valga la redundancia.
Dice mi amiga la cínica que la mentalidad fascista de fidel castro elaboró un siniestro plan para los cubanos que consistía en que aceptáramos desesperadamente el exilio y matarnos lentamente dentro de Cuba aplicando estrategias mucho más macabras que las del nazismo alemán pues, si nos fijamos bien, nuestro país es in inmenso e inhumano campo de concentración donde, en el mejor de los días, si tienes un tilín de suerte, los esbirros del régimen te dan “pollo por pescado”.
Nadie puede, resulta imposible cuantificar los millones de cubanos que han muerto y mueren diariamente por causas absolutamente evitables y que en sus certificados de defunción llevan el cuño de “bloqueo imperialista” cuando todo el mundo sabe que esas muertes son consecuencia directa de la negligencia, el abandono, el desinterés, la inoperancia, el absolutismo y el totalitarismo de un régimen cruel, corrupto y asesino.
Los cubanos no le importamos al castrismo. Los cubanos solo somos “números” para una dictadura que ha vivido, durante estos últimos 60 años, inflando y falseando estadísticas de natalidad, mortalidad, de la cosecha de la papa y de la pesca del camarón y la langosta.
Triste pero cierto.
Ricardo Santiago.



3 comentarios en «La “muerte silenciosa”: El exterminio masivo del pueblo cubano por parte del castrismo.»

  1. Muy de acuerdo con los comentarios aquí expresados, necesitamos que muchas más personas lean estos artículos y que los re-envíen para que muchas más personas conozcan todas estas verdades.

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  2. Amigo gracias por las cosas que a expuesto en este artículo muy real y que lástima que aquí tenemos personas que llevaban en cuba esa contabilidad de la mortalidad infantil la obligaban a cambiar las cuenta y nunca tuvieron el valor de acusar esa gran mentira como tantas otras respecto a la vida misma del pueblo cubano.

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