La “izquierda” latinoamericana y los “castroparlantes” del Siglo XXI.





¡Miren esas caras…! ¿Caras, caretas, “caretones” o descarados?
El problema es que este cáncer se ha extendido de forma incontrolable, festinada, subrepticia, sucia, traicionera y oportunista, tal como si fuera “un relajo de los sentidos”, unas copas de más (si manejas no tomes), la inocencia de las flores olvidadas por amores irreconciliables o el corre-corre y el sal pa’ fuera de quienes quieren convertirse en eternos dictadores “democráticos” de América Latina, así mismo, aunque les suene a disparate.
Muchos “cirujanos”, confundidos por los gritos y alaridos del “clamor popular”, tienen miedo a meterles las manos, ponerles anestesia general y extirparlos para siempre de sus respectivos países. Se han quedado con sus bisturíes suspendidos en el tiempo, anonadados y temerosos a cortar demás o lastimar alguna venita sangrante de estos atolondrados pueblos que siguen esperanzados porque les toque una “prosperidad” que, los cubanos sabemos bien, nunca les va a llegar.
Yo digo que todos estos fulanos son como una plaga, una imitación fantasmagórica de Belcebú, un busca novias mal peinado y una algarabía lujuriosa de cobardes sátrapas integrantes de la Asociación de Bufones Sangrientos y seguidores, de uno en fondo, del difunto en jefe: “…mal rayo te parta desgracia’o…”, que está aplastado y hecho polvo en los jardines de Santa Ifigenia.
Esta partía de sinvergüenzas se esconden detrás de “elecciones populares”, menos el de Cuba, claro está, para subvertir la democracia en sus países y consolidar, según ellos, un sistema social que representa al pueblo, reparte justicia social y repleta y desborda la despensa de los pobres con arroz y frijoles. ¡Que nos pregunten a los cubanos si eso es cierto! El socialismo lo único que reparte es destrucción, miseria y mucha hambre, ¡ah!, se me olvidaba, y muchos miles de millones de dólares para quienes lo dirigen y lo proclaman.
Existe como una especie de “somnolencia” aletargada por parte de los líderes de la democracia mundial para poner a estos mercaderes del “socialismo” en el justo lugar que les corresponde: Señores, no puede haber medias tintas con estos hijos de puta, ellos sólo son unos ladrones, represores, hostigadores, esbirros y depredadores de sus pueblos y sus riquezas, así de sencillo, ¡que no les tiemble la voz para denunciarlos!
Dice mi amiga la cínica que me he vuelto un poco “fino” a la hora de nombrar a estos rascabuchadores, pandilleros de pacotilla e imitadores de Fidel Castro, que rebusco palabras para nombrar a los “adoradores sectarios y camuflados” del castro-comunismo, las dictaduras marxistas, el “progreso proletario”, la izquierda universal o de rosca inversa y ese invento mierdero que es el socialismo del Siglo XXI (pornochacumbeleros, esbirromaniacos, castroparlantes, etc., etc., etc.).
En realidad lo que intento es encontrar definiciones que, a mi juicio, den un nuevo enfoque y un sentido diferente a los ya agotados adjetivos usados por quienes queremos ver desaparecer a estos sujetos de la faz de la tierra.
Pero bien, para no apartarnos de los dictadores de izquierda, que son en definitiva el objetivo de mi análisis de hoy, lo hago a través de un ejemplo muy sencillo y para no complicarnos mucho: Fíjense que ninguno de estos advenedizos que llega al poder, después de cumplir el periodo para el que fueron elegidos, quieren abandonar sus puestos, la gallinita de los huevos de oro o el condón umbilical directo a sus cuentas bancarias en paraísos fiscales, modifican a la cañona la constitución, la carta magna, la cartica del “Chichi” a su amante y hasta a la madre que los parió si les resulta conveniente, sólo la muerte los saca a patadas por el trasero de sus “tronos” o algún que otro pueblo espabilado que termina detestándolos, aborreciéndolos y empujándolos.
Para terminar otro dato bien simple: Ninguno de estos “socialistas populistas” que, por una razón u otra, han dejado el poder, lo han hecho con el humilde estado financiero con que accedieron a la presidencia, todos, salvo uno de quien se tienen pocas noticias, se han ido con sus cuentas personales sobredimensionadas por los años de robos, extorsiones, cogiocas, sinvergüencerías y tropelías al erario público de sus naciones. ¿Quieren ejemplos?




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