Uno de los rasgos más diabólicos del castro-comunismo es su exagerada pretensión de intentar pasar por inofensivo, de fingirse los muertos para ver el entierro que les hacen, de embaucar al mundo con que son una ideología de paz y progreso, de pasarse por amigos de los amigos, de venderse como gallos finos y de “hacerse los suecos” en una región del mundo donde el sol raja las piedras y derrite hasta la leche en polvo.
El castro-comunismo es una doctrina traicionera, maldita, hedionda, cobarde, chusma y virulenta. Es la clásica gatica de María Ramos que se convirtió en el perrito de Fidel Castro y que nos mordió sin misericordia a los cubanos, y lo ha estado haciendo sistemáticamente y sin parar, desde el mismísimo 1 de Enero de 1959.
En esencia: esta ideología no es más que “El perrito castrista que tira la piedra y muerde calla’o…”. Así mismo es, con música y todo, jau, jau, jau…
La imagen de estos ñángaras tercermundistas ha recorrido el mundo como un vendaval pacotillero, despetroncados, pedigüeños, ha propagado la creencia de que son una revolución hecha por y para el pueblo y que por culpa del “rubio norte abusador” no han podido cumplirle a los cubanos todas las promesas hechas por su cabecilla en jefe, su pistolero sagrado, el corazón antibalas, el titán sin rasguños, el profeta de la muela bizca o el Sandokan caribeño con poderes del más allá.
Y yo pregunto, así como quien no quiere las cosas: ¿Qué coño tiene que ver el embargo económico con restaurar la Constitución de 1940, convocar a elecciones libres y devolver la democracia usurpada a los cubanos desde 1952? Porque en realidad por eso fue que apoyamos la lucha violenta de Fidel Castro, sus cuentos de los primeros meses del 59, por eso fue que nos hicimos los “de la vista gorda” ante los tiros y la metralla, las muertes y la tristeza, por eso se sacrificaron tantos y tantos cubanos para que nuestro país retornara a la razón, la cordura y la democracia. Porque: ¿Cuándo se juzgó a Fidel Castro por la muerte de inocentes víctimas de su golpe de estado?
Pero todo fue en vano, cambiamos a un dictador de progreso por otro que arrasó con la tierra, el aire, la vida y todo cuanto tocaba con sus inútiles y mediocres manos.
Los Castros son unos hijos de puta mentirosos, todos inclusive.
El castro-comunismo mordió “las mieles del poder” y se atragantó con las casas, los edificios, los centrales azucareros, la industria en franco desarrollo, la vida y la bondad de los cubanos. No suelta ni aunque le den candela. Se atora pero empuja pa’tra, pa’tra y pa’tra, traga en seco aunque los ojos de ver se le llenen de espanto y el otro, el de abajo, se le cierre por la desesperación y el esfuerzo. Tan gandio como es sobrevive a base de la represión y la violencia pa’ dentro (contra el pueblo) y la risita afeminada pa’ fuera, risita con carita de santicos yo no fui, las mismas de mendigar y jimiquear para que el mundo les tenga lástima y, por ejemplo, voten a favor de ellos en resoluciones ridículas en las Naciones Unidas o les envíen barcos enteros con donaciones que después le venden al pueblo cubano en sus tiendas de militares.
La mentira más siniestra de la historia es la revolución castro-comunista de Fidel Castro. Fue y es el embuste mejor sustentado y más aplaudido por Presidentes, Reyes, apostólicos y romanos. Nunca se vio en el mundo un ser tan diabólico que fuera aclamado con serpentinas “made in China” y vitoreado con chillidos esquizofrénicos de “inocentes almas de lejanos parajes”, es una realidad, pero sólo los cubanos sabemos, quienes único llevamos clavada en el alma la mordida de este perro, que la gloria de Fidel Castro es falsa, negra y con pespuntes más negros “entodavia”.
Sinceramente es la mejor fotografía de la realidad cubana que he leído en mi vida,con las palabras exactas.ni más que decir,No hace falta.
Muy buen articulo, me he convertido en fan tuyo, todo lo que escribes es muy cierto, lo hemos vivido todos los cubanos y lo haces de una forma genial, inteligente y por momentos hasta jocosa, disfruto mucho los articulos
GRACIAS ALFONSO…