¿Por qué la dictadura castrista siempre, siempre, nos gana la “pelea” a los cubanos?



Facilito, facilito. Porque los cubanos le agarramos el gusto a “marchar”. Porque nos volvemos locos con eso de uno, dos, tres, cuatro, comiendo mierda y rompiendo zapatos. Porque nos empujamos entre nosotros para ser los primeros en la cola. Porque preferimos llenarnos la barriga antes que la “mollera”. Porque nos pasamos de la “raya” en eso de aplaudir a nuestros verdugos. Porque cambiamos la “peste” a perfume por la peste a grajo. Porque le creímos al hijo de puta que nos dijo que “uniformaditos” nos veíamos más bonitos. Porque no sabemos ganar, ni vencer y porque, definitivamente, el castro-comunismo nos dio cinco vueltas y nos sacó tres millones de kilómetros de ventaja.
También porque no somos un pueblo que de verdad quiere ser libre. Porque no tenemos ni puñetera de idea de qué carajo es una democracia, una República y ser ciudadanos con derechos y deberes. Porque nacimos y nos educaron en una maldita prisión del cuerpo y del alma. Porque vivimos en un país donde todo es “traición a la Patria”. Porque al que se haga el “gracioso” la dictadura lo reprime, lo golpea, lo encarcela y si lo tiene que matar lo mata. Porque el miedo es un sentimiento, entre los cubanos, mucho más grande que el amor. Porque nos dejamos convencer de que contra la bestia nadie puede. Porque nos pusimos las manos detrás y bajamos la cabeza. Porque muchos somos unos cobardes. Porque somos incapaces de entender que, con independencia de nuestra forma de pensar, nuestro único enemigo es el castro-comunismo y porque decidimos que es mejor “huir” antes que ponerle el pecho a la “metralla” castrista.
Y porque el régimen castrista es una maquinaria perfecta de asesinar seres cubanos. Porque ellos, los malos, sí están unidos en el propósito de aplastarnos, humillarnos y derrotarnos. Porque han sofisticado todas las artes de matar y de verdad asustan. Porque hasta ahora son más numerosos que nosotros. Porque el castrismo es mucho más fuerte que quienes nos les oponemos. Porque nos guste o no son más inteligentes en eso de mentir, engañar y falsear la realidad. Porque tienen un pacto con el diablo. Porque son unos hipócritas. Porque no tienen escrúpulos y se llevan por delante a ancianos, mujeres y niños. Porque tienen oídos en todas partes. Porque no les interesa la salud ni de Cuba ni de los seres cubanos. Porque son lo peor de lo peor. Porque son unos criminales y porque tienen las armas, el poder, el dinero y el apoyo de muchas “democracias” en el mundo.
Pero porque la culpa es nuestra. Porque no fuimos ni somos capaces de entender que el castrismo es una ilegalidad “legal”. Porque somos unos ingenuos y anunciamos nuestros métodos de lucha como pan caliente. Porque no tenemos a un verdadero líder como sí lo tuvieron ellos. Porque nos dejamos sembrar el enemigo entre nosotros mismos. Porque le damos credibilidad a cualquier mentecato que nos habla de vaquitas y “estrellas”. Porque muchos confundimos la verdadera razón de nuestra lucha. Porque nos hemos empecinado en creer que solo con dinero “ahorcaremos al chino”. Porque a algunos les va más el money, money, que la libertad de todos los seres cubanos. Porque lo que tengo en la cabeza es un tenis y un reggeton. Porque me da lo mismo ocho que socialismo que castrismo y porque yo, para poder ir de visita a mi país, para que no me condenen en penitencia revolucionaria, me pongo un puntico en la boca, digo que allá to’ está bien y no hablo de política con nadie, total, pa’ qué…
Porque los esbirros del castrismo nos cogieron la baja. Porque saben que para muchos de nosotros “mi mami” es lo primero. Porque cedimos al chantaje, a la degradación y a la vergüenza de que nos traten como esclavos medio libres, como “portadores de divisas” y como fuente de alimentación de las “arcas del Estado”. Porque ellos, los hijos de fidel, tienen control total de todo lo que se “menea” en Cuba. Porque muchos de nosotros dejamos de ser patriotas y porque antes que muerto, paticas pa’ que te quiero.
Y porque en más de 60 años nadie ha podido con ellos. Porque la maldad de ese régimen es demasiado grande, mucho mayor que la nuestra. Porque nosotros nunca hemos cerrado fila. Porque no queremos aceptar que el arma fundamental para derrotar al castrismo es hacer valer la Constitución de 1940 y porque, y esto es lo más doloroso y triste de todo, a muy pocos les importa, de verdad, la libertad de Cuba.
Ricardo Santiago.



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