Raúl Castro, sus comunistas de perchero y la “chivantropología” castrista…




El castro-comunismo no escatima esfuerzos de ningún tipo para mantener a sus adeptos, tanto nacionales como extranjeros, que le hagan el juego y le sirvan de “pala mecánica para salvar esa nave que va a naufragar”.
Raúl Castro sabe que sus días están contados y cuelga sus esperanzas en los esqueletos de sus adulones, tracatanes y vocingleros, ruega a las 11 mil vírgenes para que le asistan y estrangula su pescuezo con la medallita del santo chivato de los militantes, cual amuleto gastado y carcomido por el odio y la rabia, para ver, si de casualidad, le otorga unos mesecitos más y logra armar su “locura disparatada” de una dictadura militar-capitalista-comunista-de mierda.
La desesperación es mala consejera, pero la gula de poder es la mayor perdición de los hombres. Este advenedizo no entiende que en materia de gobierno y democracia ya todo está casi inventado, que sus reformas y sus aleteos leguleyos se los puede meter en el c… pues el pueblo cubano lo único que necesita es que se vayan pa’l carajo de Cuba y nos dejen construir un país con prosperidad y decencia.
La reforma raulista más visible y mejor ejecutada por ellos es la quintuplicación por infinito de la represión, la censura, el terrorismo desde el estado y el secuestro de todas las libertades de los cubanos.
Raúl Castro se sirve para su macabro engendro de sus comunistas de perchero. Un comunista de perchero es un “hombre nuevo” pero fuera de época, trasnochado, cheo, más cruel, con “pulovitos de la shoping” y un fanático practicante de la “chivantropología” a cambio de cajitas con comida, jabitas con un desodorante y un jabón (no maquinitas de afeitar), unas palmaditas en la espalda, un diploma impreso en fotocopiadora y un ratico en internet: “…pero fíjate, antes de chatear con tu prima en el norte, primero tienes que atacar y sembrar cizañas entre los gusanos de Miami en feisbu…”.
La “chivantropología” es la ciencia que mejor dominan los comunistas, sus secuaces y sus adulones, viene a ser algo así, traducido al buen cristiano, como “ciencia que estudia cómo chivatear vilmente a los hombres”, es una de las especialidades que se imparten en la escuela superior del partido y de la cual se gradúan cientos de cientos de “cuadros” en Cuba.
Un comunista chivantropólogo es el non plus ultra de la creación castro-comunista, es la perfección lograda más allá de cualquier tendencia y el principal enemigo, hoy por hoy, del pueblo cubano. Son los hombres-percheros de esa maldita, cruel, ilegal y “loca” dictadura.
Para mi gusto, perchero es una de las palabras que mas feo suenan en la lengua castellana. Es uno de esos vocablos que trato de no utilizar aunque reconozco que el objeto en sí puede exhibir una gran belleza por la diversidad de sus diseños o ser de mucha utilidad en la vida cotidiana.
¿Qué cubano no ha utilizado alguna vez en su vida, por ejemplo, un perchero para desatascar, destupir, desbloquear o descuajeringar una tubería?
Cuando yo era muchacho, hace mucho, pero mucho tiempo, a cada rato sonaban tremendos escándalos en mi barrio, la gente corriendo, la policía “atacando” y nosotros “curioseando” porque decían que en casa de fulanito o menganita estaban dando una fiesta de perchero. Después de grande, cuando entendimos bien qué eran esas “bucólicas actividades”, nos enteramos que los mayores organizadores de esos conatos eran los altos dirigentes del gobierno y funcionarios del partido, con whisky y diversionismo ideológico incluidos.
El pueblo cubano se va a levantar, va a despertar de ese letargo enmarañado con discursos y promesas vacías con el que nos han adormecido por casi 60 años, y entonces sucederá lo inevitable, todos esos comunistas de perchero serán usados para desatascar y destupir un país, una nación, un pueblo y una Patria atragantados hasta los mismísimos cojones de estos parias desfachatados…




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