¿Y usted aún se cree las mentiras de esa maldita revolución castro-comunista?



Yo siempre he dicho que la mayor “genialidad” de la dictadura castro-comunista fue crear el más grande, y más “barato”, aparato de “publicidad” y propaganda desde los tiempos en que el hombre primitivo “anunciaba” sus apetencias de mujer a golpes de porrazos y trancazos, y no me refiero a la similitud con la represión a los seres cubanos por parte de los esbirros castristas.
Desde el mismísimo 1 de Enero de 1959 el pueblo cubano se levanta y se “acuesta” con la misma pituita, o la misma “cancioncita”, es decir, que la revolución de los apagones es lo mejor que se ha inventa’o, que el comandante vivió invencible y murió quema’o, que raúl castro es hombre a to’ y no son ciertos los rumores sobre su mariconería, que este año sí vamos a construir el socialismo, que la cosecha de la papa se sobrecumplió al cuatrocientos por ciento en el Municipio Amancio Rodríguez, que díaz canel parece imbécil, anormal, un títere pero no lo es, que más respeto, por favor, compañeros, que no se diga, que este curso escolar será el más grande de nuestra historia, que el abastecimiento del “faltante” de… se irá cumpliendo paulatinamente, que no es lo mismo que la mente de Paula en una tina, que la revolución hace todo el “esfuerzo” por ayudar a los más desprotegidos, que el pueblo cubano “vive feliz, calla y muere”, que el próximo domingo haremos una comparsa gay para demostrar nuestra “tolerancia”, que el nuevo Cardenal representa a sus feligreses y no a la dictadura y que, lo más importante, lo que nunca puede faltar en el discurso oficialista ni en la boquita de ninguno de los comemierdas que repiten y repiten tamañas sandeces, que el imperialismo yanqui, con su “genocida bloqueo económico”, es el único responsable del hambre, de la miseria, de la improductividad, de la inmovilidad, de las prohibiciones, del oscurantismo, de la mediocridad, la emigración, el absurdo, la escasez, la sed, la represión, el subdesarrollo y el adoctrinamiento que sufrimos todos los seres cubanos incluyendo a mariela, a sus “maricones” revolucionarios y a toda su parentela.
En realidad el “invento” de repetirle al pueblo una diabólica mentira hasta convertirla en una “falsa” verdad no fue una “genialidad” de los castro and son S.A., no, ya otros torcidos criminales, anteriormente, habían demostrado su eficacia, pero en lo que sí el castrismo superó con creces a sus antecesores fue en masificar y en convertir a casi todo un país, a casi todo un pueblo, incluyendo a sus mentes más “brillantes”, en verdaderos altoparlantes, en “simpáticas” cotorritas, en ecos andantes, en repite y pon camarón, en corre ve y dile, en boca chula, en lengua’etrapo, en “viejas” del comité y en propaganda gratuita, las más sonadas mentiras de un régimen que basa su “poderío”, su subsistencia y su permanencia, en la gran farsa de que son una revolución social por los humildes y para los humildes.
Dice mi amiga la cínica que esa es la verdadera razón por la que los seres cubanos nos hemos tenido que tragar, durante más de sesenta y tres larguísimos años, a esa brutal y sangrienta tiranía, que por eso han logrado sobrevivir, contra todos los pronósticos, a tan grosero absurdo pues la lógica humana indica que una malformación física y espiritual, como lo es el castro-comunismo, no puede hacerlo pues solo produce destrucción, bajas pasiones, mucha fetidez y muchas muertes.
Pero, desgraciadamente, todos, conscientes o inconscientemente, en algún momento, fuimos portavoces del gran disparate nacional que nos destruyó la Patria. Sin mucho esfuerzo nos fuimos en masa a defender con nuestras vidas esa mierda de socialismo, nos agarramos de un clavo caliente para no parecer desafectos al “sistema”, inflamos nuestros pulmones con cánticos “adrenalínicos” de venceremos, soy comunista o aquí se queda la clara… y la yema, nos fuimos de cara al campo con entusiasmo a fajarnos por la emulación socialista, chivateamos hasta a la madre que nos parió, le gritamos escorias a nuestros hermanos, firmamos cartas para que fusilaran a nuestros jóvenes, nos quedamos indolentes ante las golpizas y la represión a nuestras Damas de Blanco, apoyamos públicamente las ocurrencias “constitucionales” de la dictadura y cerramos los ojos, nos tapamos la cara y nos ponemos en “cuatro patas” ante los crímenes, los abusos y las violaciones que comete ese monstruoso régimen contra todos, absolutamente, todos los cubanos.
Y, como siempre digo, la tapa al pomo, a tan colosal barbarie, la ponen quienes, desde el exilio, continúan, con sus boquitas repleticas de caca y porquerías, defendiendo tan sangrienta y brutal dictadura.
Ricardo Santiago.



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