En Cuba se perdieron los mangos, la limonada con hielitos, la razón y la vergüenza.
Éramos muchos y parió Catana, se reventó, le sacaron la gandinga por la boca y cuando le hicieron la autopsia, cuando la abrieron de par en par, no encontraron ni un triste manguito, ni una mermeladita hecha por las manos de la abuela, ni una tajadita de mango de la mata de mi patio y … Leer más